1.-¿Cómo empezó su relación con el mundo del vino?
Pues la verdad es que no hay nada concreto, como consumidor en todo caso. Formo parte de una generación en la que el consumo de vino entre los jóvenes era algo todavía habitual. Posteriormente con mis estudios de Ingeniería Agronoma el interés por este mundo y su proceso de elaboración se fue intensificando.
2.-Su Vino favorito.
Me gusta mucho el vino rosado, o mejor dicho clarete como en mi época solíamos decir. Es un vino de consumo fácil, agradable al paladar, sabroso e ideal para la climatología española en buena parte del año. Además se adapta también muy bien al tradicional ‘chateo’ en las barras de los bares tan popular en el norte de España.
Para carnes, guisos y asados me decanto por los vinos tintos corpulentos, siempre que estén bien equilibrados.
3.-¿Qué puede aprender un principiante de sus vinos?
De todos los vinos se puede aprender algo. En España tenemos un perfil de vinos muy definido, algo homogéneo, podríamos decir que hasta lineal. Pero en países de más tradición elaboradora como Francia, la variabilidad en el estilo de los vinos es mucho más marcada, y esto permite dar un paso adelante en el aprendizaje.
Lo más importante a aprender por un principiante es cultivarse para amar a los vinos, y beberlos con respeto a su origen, a sus elaboradores y a los condicionantes que dicho vino vivió. Esto es la ‘piedra angular’.
Yo después recomendaría jugar con el aprendizaje de variedades, de las diferentes zonas de producción, de las diferentes elaboraciones, sus funciones y maridajes en la gastronomía…
Por último, y si el bolsillo se lo permite, le invitaría a conocer lo que podríamos llamar ‘grandes vinos’, para esto es necesario profundizar en el alma de los mismos. Se debe recordar que un gran vino flirtea peligrosamente con lo que un técnico denominaría defectos. Por cierto, retiro lo del bolsillo, últimamente he podido probar algún vino que denominaría ‘grande’, a un coste de mercado casi insignificante.
4.-Ayudan Parker y Peñín a la venta de vinos.
Me muestro muy temeroso respecto al poder de estos prescriptores.
Realmente respeto su trabajo, y he tenido experiencias muy enriquecedoras con algunos de ellos (aunque también decepcionante en otros casos).
Creo que deberían ser más rigurosos en el proceso de valoración, y no pedir a las bodegas que se envíen muestras a sus ‘laboratorios’, sino que adquirieran las muestras en el mercado.
Tengo entendido que son plenamente conscientes del riesgo, y contrastan las muestras con algunas del mercado, pero creo que no es suficiente.
La verdad es que es un trabajo que me merece un gran respeto. A mí me costaría años poder realizar una guía de las dimensiones que estos señores editan anualmente.
5.-Su relación con otras Bodegas.
Creo que muy buena. La verdad es que siempre he estado mucho ‘en mi mundo’, pero este último año me he molestado en visitar a algunos de los mejores elaboradores de la Mosela, Burdeos, Rioja, Ribera del Duero… Me queda mucho que aprender, y los verdaderamente grandes son muy buenos compañeros de trabajo, son sinceros y abiertos en su proceso de elaboración, enseñan sus vinos sin reservas, sus viñas y sus técnicas de elaboración.
También hay otros, que yo no llamaría bodegas sino fábricas de vino, que son más recelosos. Incluso conozco un caso en el Bierzo que enseña las viñas de los vecinos porque ni siquiera tienen ni trabajan los viñedos.
Es un sector en el que también hay mucha trampa, pero en todos los sectores pasará, ¿no?
Con la mentira no se llega muy lejos, aunque a corto plazo hay resultados que duelen.
6.-Donde compra el vino ¿Vinoteca, pagina web…?
Sí que soy usuario de alguna tienda on-line, que creo que ofrecen gran garantía y buen precio; pero en esto, como en general en mis compras, soy bastante seguidor del comercio minorista y de cercanía. Escapo de las grandes superficies y supermercados aunque me requiera un pequeño esfuerzo.
Cuando quiero obtener vinos de difícil acceso en una zona rural como es el Bierzo, y conozco el sector en profundidad, no me importa localizar una pequeña tienda en El Barco de Ávila o La Coruña, donde sé que tengo todas las garantías de conservación, y no tienen problema con el envío a domicilio.
7.-En una comida con amigos se beben sus vinos.
En general procuro no ‘imponer’ mi vino como obligatorio en las comidas con mis amigos, aunque lo cierto es que tengo la suerte de gozar de buenas amistades, y en muchas ocasiones son ellos mismos los que llevan mis vinos que generosamente habían comprado con anterioridad.
8.-¿Pueden ser las redes sociales un nuevo canal de venta?
Desde el punto de vista de elaborador, no contemplo las redes sociales como un canal de venta, para lo cual existen otros especialistas en la materia.
Las redes sociales en mi caso son muy interesantes para dar a conocer mi trabajo, la evolución de la viña, presentaciones de vino, noticias de la bodega…
9.-¿Cuánto cuesta hacer un vino?
Para mí es incalculable.
Si el vino es realmente vino, una parte del elaborador va dentro de una botella.
Pero el vino es como la vida, simple. Sólo los hombres lo complicamos con cifras, aditivos, mercados, marcas...
10.-Un consejo para los que están iniciándose en el mundo del vino.
Pues también como en la vida, que se acerquen al vino con humildad, no se dejen condicionar, apliquen sentido crítico, e intenten sentir.
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